LA FRASE

Me gustaría tener el tiempo necesario para disfrutar de tu compañía. Tú deberías tener la suficiente curiosidad para permanecer a mi lado y leerme de verdad.

martes, 7 de septiembre de 2010

MUJER


Me miro al espejo y todo parece indicar que soy una mujer. Tengo facciones femeninas, pelo largo, bastantes curvas y mis genitales son femeninos. Para rematarlo, he tenido dos hijos y hago pis sentada, bajo la tapa del lavabo y no tengo pelo en la cara. Creo que con todos estos detalles puedo asegurar que soy una mujer. Pero entonces, observo a muchas de las mujeres que me rodean y no me siento identificada con la mayoría. Muchas de las mujeres que conozco les gusta hablar de las exquisitas comidas que hacen, les gusta explicar con detalle la salsa que hicieron el fin de semana para acompañar a las patas, o lo limpísimas que son y lo imprescindible que resultan en su hogar. Otras mujeres se muestran indiferentes al sexo, dicen que lo evitan y además son capaces de decir que no disfrutan practicándolo. Algunas mujeres se tratan entre ellas con amabilidad y cordialidad cuando están juntas y a los cinco minutos, se critican y se ridiculizan unas a otras. Conozco a mujeres incapaces de decir la verdad de lo que realmente piensan, y siempre utilizan mentiras para ocultar sus verdaderos sentimientos. Hay mujeres que sienten envidia si ven a otras mujeres más hermosas, atractivas y con las piernas más bonitas. En lugar de alegrarse por las demás, intentan por todos los medios competir por ser mejores, más ricas, con más zapatos o con la falda más corta. Hay mujeres que confunden la maldad con el poder, y que se aprovechan de la discriminación positiva para llegar a puestos que jamás tendrían que haber llegado si se hubieran valorado sus capacidades Hay mujeres que no saben disfrutar de ellas y que sistemáticamente maltratan su cuerpo con dietas, operaciones y todo tipo de agresiones, todo ello por no aceptarse tal y como son. Hay mujeres que les importa más aparentar que ser y son tan superficiales que no gustan a los demás.
Por eso, muchas veces pienso que aunque mi cuerpo es de mujer, me siento como una mujer y me encanta ser mujer, mi cerebro funciona de forma distinta al de la mayoría. Supongo que es porque no me siento inferior a nadie, y por tanto, no necesito aparentar lo que no soy, o demostrar nada que no debo o fingir mis sentimientos. La mujer no es superior al hombre, ni más fuerte, ni más capaz ni mejor, la mujer es mujer y es diferente y única. Una mujer no necesita ser posesiva para conservar el amor a su lado, o celosa para imponerse a la relación, ni pasiva para que otro decida por ellas, ni autoritaria para infundir terror. Una mujer es aquella que se respeta a ella misma y consigue el respeto de los demás. La verdadera mujer por los siglos de los siglos, es una persona humilde, valiente, trabajadora, feliz, divertida y capaz. La mujer es aquella persona que es capaz de ser apreciada por su condición humana y no por sus tetas.

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