LA FRASE

Me gustaría tener el tiempo necesario para disfrutar de tu compañía. Tú deberías tener la suficiente curiosidad para permanecer a mi lado y leerme de verdad.

jueves, 14 de octubre de 2010

OASIS




Cada día, cuando abro los ojos decido que aquel será el más feliz de mi vida. Me miro al espejo, y a pesar de las ojeras o del pelo despeinado o la piel blanca, me regalo una sonrisa y me sujeto el pelo, ahora ya no estoy tan despeinada y mi aspecto es mucho mejor.

Como una autómata salgo a correr. No pienso ni en el frío ni en el calor, no pienso en la oscuridad, no pienso que lo que ha ocurrido el día anterior, simplemente se que todo lo de ayer hoy es el pasado.

Las carteras, los bocadillos, la ropa los uniformes todo es parte de la rutina matinal, pero es una rutina necesaria y reconfortante. Atrás queda cuando los niños eran pequeños y tenía que ponerles los calcetines explicando cuentos fantásticos, el pie izquierdo era un “ratolí” y el pie derecho era el “gatet” que jugaban a pillarse el uno al otro. Los pantalones hablaban y cantaban canciones y la bata siempre estaba colgada en el pomo de la puerta.

De camino al colegio es un paseo divertido, el tráfico, todo el mundo se mueve, repaso de las actividades de la tarde y sólo pienso en las cosas que importan a Marta en aquel instante; las amigas, los deberes y las discusiones en clase.

Me gusta caminar por la ciudad, siempre una canción siempre un paso tras otro. No es bueno pensar en lo que te vas a encontrar cuando llegues al trabajo, estás convencida que todo va ir perfecto, porqué hasta aquel instante, la mañana está siendo ideal. ¿El secreto de ser feliz? Mantener siempre una sonrisa, no hablar mal del compañero, ayudar si te lo piden, aceptar las situaciones sin discutirlas o cuestionarlas constantemente, respirar profundamente y sonreír. Trabajar de forma eficiente y utilizar la imaginación, no juzgar a los demás y sobre todo sonreír.

Escuchar a los amigos pero a la vez ignorar al ignorante, a aquel que encuentra la diversión en ridiculizar, criticar y a los que les gusta darse más importancia de la que tienen. Ser consecuentes con tus principios y no permitir que un entorno hostil te haga desfallecer, y sobre todo sonreír. No dejar de hacer algo porque creas que no puedes hacerlo, siempre se ha de intentar y siempre se ha de improvisar.

Si sabemos cuales son nuestras limitaciones sabremos como afrontarlas y lo mejor es utilizar nuestros puntos fuertes en nuestro beneficio. Aceptar siempre las nuevas situaciones que la vida nos presenta con optimismo y nunca quejarnos, aunque el conformismo no ayuda, siempre se puede mejorar y como yo siempre digo, hemos de aprender a mirarnos como nos ven los demás, será la única manera de neutralizar a aquellos que nos quieren perjudicar.

Me gusta poder hablar de cosas que no sea el trabajo, o el dinero o de los problemas como la crisis. Reír en compañía y compartir todo aquello que te apetezca compartir. Decir aquellas cosas que piensas y sobre todo sonreír.

Cuando llegas a casa has de dejar los malos momentos en la puerta, como el cartelito que dejas en la puerta de los hoteles de “no molestar”. Ahora estoy en mi oasis, un lugar sagrado donde todo está impregnado de los olores de la felicidad. La cocina huele a ambiente familiar, las habitaciones tienen un desorden que forman parte de la decoración. Ponerte la ropa más cómoda que encuentras, caminar con calcetines y dejarte tocar por los rincones. Las charlas de la cena, las risas al compartir las anécdotas del día, y sobre todo sonreír. Pero esta es la mejor sonrisa de todas, porque es la que más saben apreciar, es aquella que da tranquilidad a tus hijos, la que conspira con la pareja y la que te hace olvidar el cansancio, el estrés y la locura del mundo.

Debemos auditar nuestras vidas, eliminar todos aquellos trámites que son innecesarios o que nos cusan un gasto desproporcionados a los resultados. Mejorar nuestros recursos y utilizarlos en nuestro beneficio y en el de los demás. En un mundo lleno de corrupción, fracasos y desencantos, siempre se puede hacer mejor.

Yo siempre me pregunto ¿por qué existe el mal? La respuestas es demasiado sencilla y evidente, porqué si no existiera el mal no podríamos distinguir el bien. Aunque como toda norma tiene excepciones, hay personas que son tan ignorantes que no saben ver la diferencia.

Y finalmente, cuando se termina el día, cuando te sumerges en la oscuridad de la noche, cuando el día de hoy mañana será el pasado, lo mejor que puedes hacer es sonreír.

2 comentarios:

  1. No pienso lo mismo sobre la frase: "...hemos de aprender a mirarnos como nos ven los demás..." porque quizás ellos necesiten gafas.

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  2. Rosa,
    Lo digo en el sentido que hoy en día las personas no acostumbran a ser sinceras y sobre todo no saben mirar más allá de lo superficial, a mi me pasa que la gente se queda con una imagen de mi y no profundizan. Que sucede con esto? pues que no entienden lo que está pasando ni porque haces las cosas que haces. En cambio si te miras de la misma manera que ellos puedes actuar en consecuencia. Otras igual me he liado más de lo que quería. Algún día lo hablamos en persona.
    Un saludo

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