de las pocas cosas imposibles que podían
pasar en mi vida ya he visto realizadas unas cuantas de ellas.
1- llegar a los 18 jejejeje
.
2-empezar a vivir solo a los 17.
3-dejar los estudios un año y volver al
siguiente.
4-leer un libro y interesarme por el, asta el
punto de querer volverlo a leer.
5-conseguir ser feliz y no dejar de
serlo.
Porque nunca se sabe lo que te puede ocurrir en la vida, nunca dejar de
creer en las cosas imposibles porque siempre pueden ocurrir y sorprenderte :)
Hoy
paseando por el Facebook he leído estos pensamientos de alguien querido. Está
incluido en una lista de entre 256 amigos. No he podido evitar dedicarle tiempo
a leer su contenido y analizar todas y cada una de sus palabras. Yo, que conozco su historia, yo que vivo con demasiada
intensidad las emociones ajenas, me dejo impresionar y acepto el optimismo y
las ganas de vivir , dejo que fluya por mi propio organismo.
Tras
estas palabras repletas de ganas de vivir, existe una historia imposible de
explicar e imposible de ser entendida.
“conseguir
ser feliz y no dejar de serlo. Porque nunca se sabe o que te puede ocurrir en
la vida, nunca dejar de creer en las cosas imposibles porque siempre puede
ocurrir y sorprenderte”
Cuanta
razón hay tras estas ideas, en ocasiones reflexiones como estas sirven para
vapulear al propio egoísmo. Deseos pequeñitos para una larga vida vivida en un
mundo también pequeñito. Deseos de vivir una vida y formar parte de una
historia que se puede explicar con grandes palabras. Uno de los problemas de nuestra
sociedad es que nos empeñamos en cuantificarlo todo, ponemos valor económico a
las cosas y etiquetamos las cosas que sentimos o queremos para darle valor a la vida. No tenemos en cuenta que la
vida es imprevisible, que las cosas imposibles pueden ocurrir en un abrir y
cerrar de ojos, y en cambio, aquellas cosas que parecen más preparadas o
programadas, en el último momento ,se pueden volver imposibles.
Las cosas que más me emocionan, es cuando una
canción me hace llorar, o cuando un libro me deja sin palabras o cuando la idea
de una persona me hace pensar en nuevas ideas.
Realmente es difícil vivir con alegría y
sentirse agradecido por vivir, pero para conseguirlo tan solo tenemos que hacer
una lista mental de todas aquellas cosas que nos ocurren y que pasan
desapercibidas, porque no prestamos demasiada atención.
-
tener
más de 40 y sentirme fantástica.
-
Llevar
23 años casada y ser feliz.
-
Abrir
los ojos por la mañana y tener ganas de vivir la vida.
-
Decidir
siempre por principios y no por intereses.
-
Sentirme
orgullosa de mis hijos.
Son
cinco cosas simples, cosas que tengo y que si no hubiera sido por la reflexión
leída en le facebobk, no se me hubiera ocurrido etiquetarlas y darlle un
valor mucho mayor que el económico.
A la
hora de la verdad, en momentos clave de nuestra vida, tan solo nos quedará
aquellos pequeños recuerdos que hemos ido acumulado durante nuestra vida. El
dinero, las posesiones materiales son cosas que dejan de tener importancia con
el paso del tiempo, los recuerdos, las emociones compartidas con las personas
queridas, un abrazo, un beso, una caricia, siempre recordaremos el momento en
que las sentimos, y son momentos que con el tiempo ganarán en importancia y
cada vez que nos acordemos y las vivamos, nos darán más de lo que nos dieron en
su día.
Una
persona que, aun teniendo toda en contra consigue llegar a los 18 y reírse de
la ironía, una persona que afronta la vida en solitario a los 17, una persona
que deja de estudiar pero no tiene miedo a volverlo a intentar, y con ilusión,
una persona que consigue que un libro le emocione y además de reconocerlo,
quiera volver a leerlo, una persona que consigue ser feliz, a pesar de vivir
sin nada y de vivir sin el amor más importante que puede tener un niño, esta
persona es digna de admirar y digna de ser ejemplo de muchas personas que, una
vez se perdieron en una vida de problemas y nunca más volvió a encontrarse.
Gracias
Aitor, gracias porque es la segunda vez, en los 18 años de tu vida, que has
conseguido emocionarme.