LA FRASE

Me gustaría tener el tiempo necesario para disfrutar de tu compañía. Tú deberías tener la suficiente curiosidad para permanecer a mi lado y leerme de verdad.

martes, 23 de abril de 2013

Si estás cerca de mí

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Si estás cerca de mí todo es maravilloso, las cosas son claras y normales, el mundo tiene sentido y puedo jugar a lo que quiera.
Si las cosas son grises tú las haces azul, si estás cerca la poesía siempre rima y el mundo gira en sentido contrario. No importa que pase lo que pase porque estás cerca, y si las cosas se tuercen tú creas esculturas de papel para hacerme sonreír.
No me importa lo que pase, siempre siento que llevo la mejor armadura, el mejor escudo y la espada más resistente. No importa lo que pase porque te tengo cerca y siempre puedo sentir tu olor entre las sábanas. Un jersey perfumado, una mano en la entrepierna, no importa lo que ocurra porque siempre estás junto a mí.
Una sonrisa oculta, una mirada distraída al escote y tú siempre estás cerca. Una mano en el bolsillo y las piernas muy juntas para que las rodillas se puedan tocar, una sonrisa oculta y una lengua que se burla del mundo, no importa lo que pase, no importa lo que ocurra no importa lo que sea, siempre estás cerca para salvarme de lo que tenga que ocurrir.
Estás tan cerca que el mundo deja de girar para que rodemos juntos, saltamos sobre un prado de amapolas y mientras tu vuelas, yo corro por el suelo y mientras tu nadas yo camino por encima de las flores. Estás tan cerca que la distancia se hace pequeña cuando soñamos en un mundo en el que llueven sonrisas y que en lugar de tormentas hay carcajadas y que la noche en lugar de estrellas nos trae chispas y que no existen los truenos y si hay gritos de placer. Nunca pasa nada porque estás junto a mí, porque el mundo es más bonito cuando estamos juntos y nuestros cuerpos se unen. No pasa nada de nada porque estamos conectados en la realidad que soñamos noche tras noche, porque te siento cerca.
Si estás cerca la luz nos ilumina y todo el mundo desaparece para dejarnos espacio, para no molestarnos y para dejar que nos ocultemos de lo real.
No importa que estés lejos porque siempre tengo tu olor, tu recuerdo y tu tacto. No importa que no te vea porque siempre se que estás cerca, que luchas contra los elementos por mí, que vencerás al dragón y que me traerás el fuego encerrado en una caja de cristal. No importa que un nuevo rumbo te lleve al desierto y a mí al océano, porque tu siempre estarás cerca, y crearás un oasis donde estar juntos y yo una isla para poder vivir el resto de nuestra vida. 

Todo esto es posible porque estás cerca de mí.

jueves, 11 de abril de 2013

sensualidad



Sentir el viento cuando sopla suavemente, como roza el cabello y acaricia un rostro suave y pálido. El agua cuando cae sobre el cuerpo, gotas que resbalan por la piel. La luz que ilumina y hace desaparecer las sombras que se instalan en los rincones de la belleza. Tocar y sentir como el tacto de los dedos acarician texturas, piel fría que se calienta poco a poco al tacto de piel con piel. Sensaciones sensuales que te acompañan durante los días, las noches, momentos que siempre vives a flor de piel.

Existen personas sensuales, personas que enamoran con una sonrisa, con  una mirada con un pensamiento. Personas que se emocionan con pequeñas cosas, que se estremecen cuando se recita un poema o cuando una canción suena. La sensualidad se utiliza como el encantador de serpientes utiliza su flauta. El olor de una piel que desprende sensualidad, todo se impregna de aquel aroma que hace perder los sentidos. La voz suena como un mensaje oculto en una botella, no puedes escuchar con claridad, tan solo ver el movimiento de los labios, la ondulación de la lengua jugueteando escondida tras la barrera de la boca. 

Tu hablas, miras, sonríes, escuchas con atención lo que te explican y de vez en cuando acaricias los pensamientos, y quien mira, te escucha, recibe tu sonrisa se muere porque solo le hagas caso a él, no soporta la idea de perder la sensualidad que se desprende de su cuerpo. Intentan retenerla el máximo tiempo posible, pero sabe que es imposible, porque cuando ya no esté cerca, cuando ya no pueda oírla o la voz llegue tan lejana que apenas se entiendan las palabras, la sensualidad del  momento, se irá difuminando, pero hay partes de tu cuerpo que retienen el olor, y en la oscuridad sonríes. Momentos eternos que se mantiene intactos y cuando te vuelvas a acercar sabes que volverás a desprender la sensualidad que lo mantiene cautivo y con la que cuentas para conseguir lo que deseas.

Pero la sensualidad es un don natural, está oculto en las curvas de la cadera, en el cabello ondulado por el viento, en la mirada tímida que se esconde bajo un parpadeo. En la voz suave que mece las frases cuando te consuelan. La sensualidad es visible cuando la necesitas, cuando la deseas o cuando la quieres sentir, la sensualidad es el deseo de unos cuantos y se puede entregar cuando lo necesitas. Las personas sensuales nunca aburren, siempre son aceptadas y casi siempre deseadas.


viernes, 5 de abril de 2013

diez virtudes en la mochila

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El otro día leí que había 10 virtudes que se deberían tener para ser una persona completa y me pareció interesante realizar un breve ejercicio de auto evaluación personal.

La primera de las virtudes es la “Resiliencia” consiste en seguir adelante a pesar de no tener un futuro claro, aceptar los reveses de la vida y sobre todo no asustar a otras personas con nuestros miedos.
Creo que dispongo de esta virtud, porque en mi vida me han ocurrido cosas, que a pesar de ser graves, no me han impedido seguir adelante. Siempre he conseguido levantarme cada mañana pensando “hoy será un buen día”. Así que a pesar de todo creo que puedo meterla en la mochila de mis virtudes. Ya tengo una.

La segunda es la “empatía”, es la capacidad de conectar con las experiencias de otras personas e incluso por qué no, tener el valor de ponerse en su lugar y mirarse a uno mismo con honestidad.
En este caso no tengo duda, estoy segura de mi empatía, no es una virtud aprendida o ensayada, es una virtud natural. Valoro enormemente mi empatía, me hace sentir bien conmigo misma y me ayuda a conocer como son los demás realmente. Así que otra virtud  más.

La tercera es la “paciencia”, capacidad de aceptar que las cosas no siempre son o suceden como queremos o a la velocidad que nos gustaría.
Reconozco que no siempre he sido paciente, reconozco que es una de las virtudes que, con los años, he ido adquiriendo. Se que al final las cosas siempre se reconducen por el mejor de los caminos, pero hasta que  no he aprendido esto no he conseguido dominar mi paciencia, y por tanto, creo que también la puede llevar en mi mochila especial.

La cuarta es el “sacrificio”, capacidad de dejar de lado nuestro beneficio para anteponer y beneficiar a otros.
Tal vez esta sea la más difícil de valorar. Pero en varias ocasiones he renunciado a cosas por no perjudicar o en beneficio de otras personas. No soy egoísta y pienso que si el sacrificio fuese un enorme libro de 1000 páginas, al menos 800 de ellas las podría meter en mi mochila. Seguramente alguna vez he cometido la equivocación de no hacer suficientes sacrificios, pero creo que la balanza está equilibrada en mi favor y por tanto 800 de estas 1000 páginas también las cargaré.

La quinta “los buenos modales”, creo que esta virtud la he aprendido de mis padres. Es algo que se educa, que se enseña y con los años se practica. Las normas básicas de comportamiento hacen que la convivencia resulte más sencilla entre los humanos y por tanto creo que soy una persona con buenos modales. Jamás le he retirado el saludo a nadie, aunque sí lo hayan hecho conmigo y siempre he valorado de forma positiva los buenos modales, además lo considero indispensable para mantener relaciones satisfactorias.

La sexta el “sentido del humor”. Que decir de esta virtud, sin sentido del humor la vida no tiene razón de ser. Reírse es la mejor terapia y sobre todo saber reírse de uno mismo. Compartir los momentos de felicidad y sobre todo aprender que hacer el payaso es bueno y también ayuda a no perder el sentido del humor. No concibo una relación personal sin que exista la risa, y también el buen humor ante las penalidades hace que la vida sea mucho más fácil. Me sobran comentarios, a la mochila también.

La séptima “consciencia de uno mismo”, sería no responsabilizar a los demás de nuestros problemas, de nuestros errores de nuestras equivocaciones.
Yo diría algo más, saber aceptar cuando nos equivocamos y no interpretar un papel, ni disimular o cargar a otro con el error. Reconocer nuestros fallos y potenciar nuestras virtudes. Creo que tengo absoluta consciencia de mi misma, aquí no voy a dar más explicaciones se que es así.

La octava “perdón”. Es cierto que no siempre he sabido perdonar, es cierto que alguna vez he tardado más en perdonar de lo que hubiera sido aconsejable. Pero la verdad, es que jamás he guardado rencor a nadie. Al final siempre he pesando que me resultaba más rentable perdonar que el no hacerlo, por lo tanto también lo pondré en mi mochila de las virtudes.

La novena “esperanza”. Yo creo que la esperanza está estrechamente relacionada con el optimismo. Tengo una gran capacidad de ver la parte buena de las cosas y esto me hace tener esperanza en la vida, siempre creo que las cosas mejorarán, y aunque no lo hagan siempre espero que ocurra. Rendirme no entra jamás en mis planes

La décima “confianza”, de todas las virtudes esta es la que creo que necesito trabajar con más intensidad. Confío en mi misma sobre todo en aquellos entornos que domino y controlo, pero también es cierto que me falta confianza cuando debo arriesgar más de la cuenta. Tal vez esta virtud la debo dejar fuera de mi mochila, aunque no pienso abandonarla en la cuneta. Simplemente la llevaré en el bolsillo de la chaqueta, y cuando se haga tan pesada que el bolsillo se rompa tal vez entonces consideraré meterla en la mochila. Como ya he dicho antes nunca me rindo así que nunca dejaré de intentarlo.

Hago el repaso de mi mochila y veo que de 10 virtudes tengo 9 seguras y una que puedo conseguir. Aun así mi nota media creo que puede ser un 6, para el notable aún me queda y el sobresaliente llegará con los años.

También es justo decir que todas estas virtudes no las podría haber conseguido sin la ayuda de personas que me quieren, que han estado a mi lado, y que me han ayudado a rectificar en momentos complicados de mi vida. Así que tampoco creo que deba darme todo el mérito y es por eso que siempre estoy dispuesta a ayudar a aquellos que me lo piden, debo lo que soy a los que me quieren, y debo lo puedo llegar a ser a los que confían en mi.

lunes, 1 de abril de 2013

Conectada a la vida, conectada al mundo conectada al amor


Los avances en la vida pasan por etapas, la primera vez que vas al colegio, cuando te enamoras, el primer trabajo, el primer día de vida en pareja, el primer coche… en fin un montón de nuevas experiencias que hacen que algo cambie en tu vida, un clic, un nuevo rasero. Pero existe un cambio esencial, algo que los jóvenes y adolescentes parece que hayan nacido con él bajo el brazo. El día que dispones de 3G en teléfono móvil. Es una tremenda emoción que te invade cuando te levantas, y te das cuenta que estés donde estés, podrás estar conecta al mundo, a los millones de personas que lo habitan y que además podrás compartir tu vida con ellos.

Se me ocurren un montón de ideas, un montón de emociones, un montón de situaciones en las que podré navegar por la red y comentar, hacer y sentir en compañía de montones de otras personas anónimas o no.

Podré comentar en Facebook si me levanto con ojeras que me llegan a los pies, o comentar si por fin voy a tener aquella reunión que no llega nunca y que se está convirtiendo en un misterio, o que en los 20 minutos del desayuno he podido, como si batiera un record, comer el bocadillo y el café con leche sin pasarme del tiempo. Incluso se me ocurre que podría mantener una emocionante sesión de sexo realmente satisfactorio y multiorgásmico virtual mientras la otra parte está en el aeropuerto o en medio de una reunión. Podré retar a mis amigos a juegos varios, podré enviar mensajes por puro capricho y sin que tenga que constar en la factura de final de mes. 

Seguramente todo esto se me ha ocurrido sin profundizar demasiado en las posibilidades de expansión que el 3G me ofrece. Pero en los próximos días supongo que por fin mi mente conseguirá adaptarse al cambio y se me ocurrirán un sin fin de posibilidades.

No creo en la privacidad por internet, tengo mi Facebook abierto y publico ideas y sentimientos en mi blog cada vez que tengo la necesidad. Y eso es simplemente porque no existe lo privado, nuestras fotografías, nuestras vidas, nuestras costumbres son siempre públicas y estamos sometidos al control de los demás y eso es inevitable. Es por eso que no quiero negarme a las nuevas tecnologías, y no negarse quiere decir aprender a convivir con ellas, a aprovecharme de sus beneficios y por qué no, a utilizarlas como modo de divulgación de las cosas buenas que tiene la vida.

Mañana será un nuevo día, y caminaré pisando fuerte igual que el día que estrenas unos zapatos de tacón de infarto. Me habré convertido en una nueva persona, haré cosas que no he podía hacer hasta ahora. Los días que desayune sola, podré pasar mis 20 minutos interactuando con mi móvil al mismo tiempo que me termino el café con leche. Y si estoy con amigos haremos guerras para ver quien encuentra la información por internet y cruzar las mínimas palabras posibles, 20 minutos no dan para conversaciones demasiada profundas.
Buscar, comentar, compartir, opinar, criticar, espiar, empaparse de las vidas de los demás, ofrecer puntos de vista que haga que los demás te conozcan tal y como eres, todo esto lo podré hacer cada día, cada minuto, cada segundo esté donde esté, haga lo que haga y sienta lo que sienta. Empieza una nueva era en la república independiente de mi propia realidad.

Es la era de las conexiones personales, es la era de la sinceridad a través de la red, de las emociones que duran tan solo lo que dura una nueva publicación en el twitter, es la era de lo virtual, de hacer amigos sin tener que mirarle a los ojos e incluso de tener nuevas experiencias sin arriesgar más allá de lo que la imaginación te permita. Sin tener que renunciar a la gente, ni a los amigos ni a los desconocidos, podemos y debemos asumir como una buena forma de vivir, ver el mundo a través de un viaje que va más allá de los sueños, un viaje conectado a la vida de millones de personas.