LA FRASE

Me gustaría tener el tiempo necesario para disfrutar de tu compañía. Tú deberías tener la suficiente curiosidad para permanecer a mi lado y leerme de verdad.

jueves, 26 de mayo de 2011

CUANDO SEA MAYOR


Cando sea mayor quisiera ser peluquera. Que bonito eso de cortar el pelo, lavar y marcar, dejar a las mujeres guapísimas y trabajar todo el día en algo estrechamente relacionado con la moda.

Cuando sea mayor quiero ser frutero. Tendré una bonita tienda, y coloraré la fruta en imposibles montañas, las manzanas verdes, rojas o amarillas, los plátanos amarillos y las cerezas brillantes.

Cuando sea mayor quiero ser profesor, quiero enseñar a niños y niñas, ayudarles a aprender para ser mejores personas. Que escriban sin faltas de ortografía y que sepan sumar, restas, dividir y multiplicar.

Cuando sea mayor quiero ser periodista, escribiré artículos en publicaciones importantes, seré objetivo, no me dejaré influenciar por tendencias políticas y explicaré las cosas tal y como son. Todo el mundo me admirará y leerá con gusto mis artículos a la vez que reflexionaran sobre ellos.

Cuando sea mayor quiero ser funcionario, trabajaré para el estado, tendré un trabajo seguro y fijo y haré lo posible por ofrecer un buen servicio a los ciudadanos.

Cuando sea mayor quiero ser banquero, pero no uno de estos que están 40 horas a la semana en la ventanilla de una sucursal bancaria, sino de aquellos que desde los despachos, manipulan a políticos, interfieren en las políticas económicas de los países y solo piensan en sus primas millonarias.

Cuando sea mayor quiero ser un economista y poder comprar un título de esos que siempre utilizas cuando te presentas y todo el mundo dice, “¿es su apellido, o simplemente lo utiliza para hacer ver que está por encima de todos?

Cuando sea mayor quiero dedicarme a la política. Pero quiero ser de ese grupo de políticos que no tienen principios, aún no he decidido si seré de derechas o de izquierdas ya que eso dependerán de los tiempos que corran. Llegaré a ser importante y lo haré barriendo a todo aquel que se me ponga por delante. Eliminaré a los que se pongan en mi contra y no escucharé a nadie, lo haré todo por mi ambición política.

Cuando sea mayor quiero ser un indignado, no porque prefiera estar en una plaza a ir a trabajar, no porque prefiera pasar horas sentada y no estudiar, no porque no tenga nada mejor que hacer. Quero ser un indignado para no conformarme con lo que me den, para luchar por aquellas cosas que creo, para reivindicar mis derechos como ciudadano, para no poner las cosas fáciles a los políticos, porque la mayoría de partidos de izquierdas han olvidado que los son y los partidos de derechas han olvidado al servicio de quien están. Quiero ser una indignada porque alguien lo tiene que ser y porque es un movimiento que no debemos olvidar.

viernes, 20 de mayo de 2011

; ) SE ACERCA EL DÍA


Estos últimos años, he tenido experiencias increíbles, he conocido a personas que me han sorprendido y he aprendido que las decisiones individuales de algunos líderes están por encima del individuo y del mismo colectivo, lo que equivale a una falta incomprensible de democracia interna.

He intentado escribir en muchas ocasiones sobre mi experiencia, y siempre decidía no publicarlo, ya que el resultado era demasiado crispado, estaba lleno de rencor y de dolor implícito por la injusticia personal vivida.

Contrariamente, tampoco quería que quedara en el olvido y que las acciones desproporcionadas y déspotas de mandatarios quedaran impunes, al menos en lo que se refiere a mi tranquilidad de a que todos amiliar.tamente a una situaci a mi situaci utilizar mi voto como un castigo dirigido a aquellos que durante los sentespíritu.

Estos días las concentraciones resultantes de las movilizaciones del 15 M, me están haciendo recuperar la confianza de que siempre vale la pena luchar.

A pesar mis principios claros y de defender lo que siempre he pensado que era lo justo, estos últimos años me he sentido sometida y perseguida, sin poder defenderme, ni siquiera he podido contar con el apoyo de los que por mis afiliaciones pienso que me lo debían.

Ahora creo que ya no siento rencor, y ha llegado el momento de poder decidir lo que puede pasar mañana. Yo, como la mayoría de ciudadanos, tenemos el poder en nuestras manos con el simple gesto de votar. Aunque yo no necesito reflexionar sobre el sentido de mi voto, si he de decir que haga lo que haga lo haré siempre siendo fiel, no a los partidos ni a los dirigentes, ni siquiera a los programas, ya que para mí lo más importante es ser fiel a mis principios, y utilizaré mi voto como un castigo dirigido a aquellos que durante los últimos años han intentado perjudicar muy directamente a mi situación personal y familiar. Creo que hablo con pleno conocimiento de causa, ya que con mi dinero ayudo a financiar tanto un sindicato como un partido político, aunque últimamente tengo la sensación de que estoy haciendo la peor inversión de mi vida, pero eso forma parte de otra reflexión.

En las plazas de nuestras ciudades se están concentrando personas que parece que han comprendido que no somos nosotros los que hemos de dar explicaciones sino los que tenemos derecho a exigirlas.

Faltan pocas horas para la jornada de reflexión y unas cuantas más para votar, y ese día nosotros seremos los jefes, nosotros seremos los que decidiremos sobre el futuro y serán los candidatos y los partidos los que estarán bajo nuestras órdenes. Aunque esto será solo durante unas horas, el resultado será decisivo para nuestro futuro.


Mañana tendremos muchas cosas en las que pensar y mucho sobre lo que reflexionar y el lunes será otro día, otra semana y otra nueva etapa. Hoy por hoy si una cosa tengo claro es que no me siento en buenas manos, y pondré mi granito de arena para que el futuro sea mejor.

miércoles, 18 de mayo de 2011

HISTORIAS DE ANTES


Una vez me explicaron una historia, más que una historia se trataba de un secreto de familia ocurrido hace mucho, muchos años cuando el mundo hacía las cosas difíciles.

“Una joven vive con sus padres y dos hermanos, puedo imaginar que está en edad de encontrar marido, pero aun no parece que se haya presentado la oportunidad. Sus dos hermanos son mayores que ella, y aunque parece que la quieren me cuesta mucho imaginar como podría ser la relación entre ellos en unos tiempos tan lejanos.

Viven todos en un pueblo de mar, pueblo de pescadores, pero en una ciudad cercana atracan barcos llegados de otras tierras. Amarran y sus marineros pasan unos días de puerto en puerto, de ciudad en ciudad y después vuelven al mar.

De uno de estos barcos ha bajado un joven, el cual entabla amista con la muchacha que vive en el pueblo de pescadores. Me gusta imaginar que fue una relación de amistad al principio, pero más profunda al poco tiempo. No puedo decir si el joven hablaba el mismo idioma, si se entendían o si aprendieron a comunicarse utilizando sus miradas. Son detalles de la historia que nadie me ha explicado, y que depende el día, me imagino que ocurrió de una manera o de otra. Pero me gustaría pensar que al conocerse se enamoraron. El joven venido de lejos, se enamoraría de la joven del pueblo de pescadores, ninguno de los dos tiene nombre, pero a estas alturas eso no importa.

Supongo que salen a pasear por las tarde, supongo que ella le admira y cree que es valiente, capaz de embarcarse y aventurarse por el mundo.

Pero no todo empieza y termina en largos paseos, un día el joven se macha, vuelve a su barco y desaparece, pero la joven se queda en aquel hogar con aquella familia que deberían haberla protegido. Pero la joven ha caído en desgracia, se ha dejado llevar por el olor a mar y está esperando la llegada de un hijo.

Ahora es difícil de imaginar, pero en aquellos tiempos era lo peor que le podía ocurrir a una familia. Ha traído la humillación al hogar y ahora ya no puede caminar por la calle con la cabeza alta, ya no podrá encontrar un marido que la cuide y la proteja. Su familia la desprecia y la repudia, sus hermanos le pegan por su mala cabeza, pero ella sufre en silencio y en soledad tiene a su bebé que nace bastardo y crece en un ambiente de reproches, odio y desprecio.”

Es una historia de familia que nunca se explica, que me enteré un día de casualidad y entonces me vienen a la cabeza un montón de preguntas que no puedo hacer a nadie, o tal vez si las hiciera tampoco nadie conocería las respuesta.

Me gustaría saber si fue el amor el culpable de aquella situación, me gustaría saber quién era el joven, de donde venía, donde se marchó, e incluso si alguna vez supo que tenía un hijo en aquel puerto de pescadores.

Querría conocer como se sintió mi bisabuela, si encontró la paz e incluso si quiso a su hijo, si realmente fue el fruto del amor. Me gustaría saber si alguna vez volvió a conocer el amor antes de su prematura muerte.

Son muchos los vacíos que puedo rellenar utilizando mi imaginación y creando una fantástica historia de amor. Pero siempre será eso, fantasía creada en torno a una breve historia en la que omitieron explicar las cosas que a mi más me importaban.

De la unión de aquellos dos jóvenes nació mi abuelo, un hombre al que no llegué a conocer. También murió joven, pero en las fotografías que he visto de él su mirada es triste, una persona que nació rodeado de desprecio, que perdió a su madre a corta edad, tal vez antes de lo que debería y que padeció secuelas de los maltratos durante toda su vida ya que tubo una salud delicada.

Pero aunque fuera una persona de semblante triste, me consta que era un buen hombre, trabajador, que amó a su mujer y a sus hijos hasta el final de su vida, que enseñó buenos valores, o en todo caso, hizo lo que pudo, y que estoy segura que el rencor nunca formó parte de su vida.




jueves, 12 de mayo de 2011

BUSCAR



Puestos a buscar, tal vez estaría bien buscar cosas que valgan la pena. Algunos buscan respuestas a preguntas que no la tienen, otros buscan la razón de la propia existencia, y para una mayoría aun sin determinar, buscan cosas que no existen.

Hay quien busca criminales, otros buscan el mejor destino para las vacaciones y por qué no, también se pueden buscar el motivo de la existencia humana en nuestro planeta.

Pero hay algo que todos buscamos por pura supervivencia, buscamos al Peter pan que todos llevamos dentro y que con el paso del tiempo acaba por esfumarse.

Peter Pan, personaje inspirado en un niño real, que hacía de su vida un juego e hizo que el creador del personaje plasmara en un pequeño ser toda la esencia de la infancia.

Mantener la ilusión por las cosas que hacemos, reírnos de los demás y de nosotros mimos y hacer de la vida un juego lleno de aventuras, que incluye peligro, valentía, sueños y amor.

Cada vez son más los niños que nacen sin su Peter Pan interior, con mayor frecuencia de lo que nos gustaría nos sorprende ver como los niños se hacen adultos demasiado rápido. Olvidan como jugar, como luchar con los piratas y como utilizar los poderes fantásticos que poseen para enfrentarse con valentía al enemigo.

La obsesión de Peter Pan era no crecer nunca, no quería tener responsabilidades y pensaba que podría vivir eternamente sin ser adulto. Lo malo es que Peter Pan, como nos puede pasar a cualquiera, no era perfecto y pensaba que si crecía tendría que elegir entre ser un adulto aburrido, que siempre está enfadado y preocupado, o seguir siendo un niño que puede hacer lo que quiera, siempre en su mundo de fantasía.

Pero la realidad es muy distinta, muchas veces nos quedamos con la irresponsabilidad de un niño, pero con los inconvenientes de un adulto. Y tal vez sea mucho más sensato conservar la ilusión infantil, la capacidad de soñar y el ver amor puro de una simple amistad. También podemos elegir crecer y ser adulto pero manteniendo nuestra sonrisa, jugando cuando tenemos ocasión y sobre todo, manteniendo una postura responsable ante la vida.

Responsabilidad no es igual a aburrimiento, pero aburrimiento si puede ser igual a decepción, tristeza o fracaso.

Encontrar al Peter Pan deseado por todos es sencillo, simplemente tenemos que hacer alguna cosa que nos recuerde que seguimos manteniendo la ilusión de los niños. Explicar chistes infantiles y absurdos, jugar al escondite y esconderse detrás e las cortinas pensando que nadie nos va a encontrar, esconder alguna cosa y dejar que todo el mundo la busque desesperadamente hasta que no podemos aguantar la risa, hacer el ridículo sin pensar que nadie te mira o te juzga, y sobre todo encontrar la parte divertida de cualquier persona y en cualquier ocasión.

A medida que envejecemos descubrimos que nuestro Peter Pan no se ha esfumado, simplemente lo tenemos reprimido y no lo dejamos salir. Cando morimos de alguna manera volvemos a nuestro mundo de aventuras que todos inventado de niños.

“La muerte es el camino para recuperar nuestra inocencia.”

Tal vez deberíamos empezar a hacernos las preguntas que solía hacer Peter Pan:

-¿Quién de vosotros creen todavía en las hadas?

- El país de Nunca jamás ¿dónde está? "- La segunda a la derecha y todo recto hasta la mañana .

- ¿por qué cada niño tiene un hada?

Son preguntas sencillas que requieren respuestas simples.