Sentir
el viento cuando sopla suavemente, como roza el cabello y acaricia un rostro suave
y pálido. El agua cuando cae sobre el cuerpo, gotas que resbalan por la piel.
La luz que ilumina y hace desaparecer las sombras que se instalan en los
rincones de la belleza. Tocar y sentir como el tacto de los dedos acarician
texturas, piel fría que se calienta poco a poco al tacto de piel con piel. Sensaciones
sensuales que te acompañan durante los días, las noches, momentos que siempre
vives a flor de piel.
Existen
personas sensuales, personas que enamoran con una sonrisa, con una mirada con un pensamiento. Personas que se
emocionan con pequeñas cosas, que se estremecen cuando se recita un poema o
cuando una canción suena. La sensualidad se utiliza como el
encantador de serpientes utiliza su flauta. El olor de una piel que desprende
sensualidad, todo se impregna de aquel aroma que hace perder los sentidos. La
voz suena como un mensaje oculto en una botella, no puedes escuchar con
claridad, tan solo ver el movimiento de los labios, la ondulación de la lengua
jugueteando escondida tras la barrera de la boca.
Tu
hablas, miras, sonríes, escuchas con atención lo que te explican y de vez en
cuando acaricias los pensamientos, y quien mira, te escucha, recibe tu sonrisa
se muere porque solo le hagas caso a él, no soporta la idea de perder la
sensualidad que se desprende de su cuerpo. Intentan retenerla el máximo tiempo
posible, pero sabe que es imposible, porque cuando ya no esté cerca, cuando ya
no pueda oírla o la voz llegue tan lejana que apenas se entiendan las palabras,
la sensualidad del momento, se irá
difuminando, pero hay partes de tu cuerpo que retienen el olor, y en la
oscuridad sonríes. Momentos eternos que se mantiene intactos y cuando
te vuelvas a acercar sabes que volverás a desprender la sensualidad que lo
mantiene cautivo y con la que cuentas para conseguir lo que deseas.
Pero la
sensualidad es un don natural, está oculto en las curvas de la cadera, en el
cabello ondulado por el viento, en la mirada tímida que se esconde bajo un
parpadeo. En la voz suave que mece las frases cuando te consuelan. La
sensualidad es visible cuando la necesitas, cuando la deseas o cuando la
quieres sentir, la sensualidad es el deseo de unos cuantos y se puede entregar
cuando lo necesitas. Las personas sensuales nunca aburren, siempre son aceptadas
y casi siempre deseadas.
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