LA FRASE

Me gustaría tener el tiempo necesario para disfrutar de tu compañía. Tú deberías tener la suficiente curiosidad para permanecer a mi lado y leerme de verdad.

viernes, 14 de enero de 2011

TUS ZAPATOS


Hola, no es necesario que me expliques nada de tu vida, soy capaz de adivinarla sólo con mirarte tus zapatos. Se ve claro que han caminado durante mucho tiempo, y sobre todo por caminos difíciles, de esos caminos que están llenos de piedrecitas que se clavan y que hace que tu caminar se vuelva lento y pesado. Supongo que no ha sido siempre así, supongo que en algunos momentos, has conseguido pisar suelo más cómodo, con césped, e incluso y por qué no, has pisado algún suelo de mármol, lisos, suaves y resbaladizos. Pero creo que tus zapatos caminan mucho mejor por caminos de tierra.

Tus zapatos me dicen que eres una persona en la puedo confiar, llevan caminando demasiado tiempo, pero sin requerir demasiados cuidados. Nunca se quejan de los obstáculos que se encuentran por el camino y prefieren pisar fuerte que pasar de puntillas por la vida.

Parece increíble pero no hay demasiados zapatos como los tuyos, los he visto de todo tipo. Ahora recuerdo unos zapatos de mujer, recuerdo que eran muy feos y aunque habían intentado que parecieran diferentes y más bonitos, cuando los veías caminar te dabas cuenta que su paso era de duda, se torcía constantemente e incluso su ritmo era desagradable. He de confesar que el tiempo que estuve mirando aquellos zapatos no fue una de las mejores épocas de mi vida.

También podría hablarte de los zapatos de un aventurero pero que se sentía encerrado entre calcetines negros de traje y corbata. Estos zapatos eran increíbles, siempre se sentían felices con los caminos que pisaba y jamás, jamás ambicionó el pasos de otros zapatos.

También están los zapatos demasiado gastados para continuar caminando, han decidido pararse, no les queda fuerzas para atravesar el desierto de las dudas. No creen que puedan llegar al oasis y ni siquiera intentan adentrarse en la aventura de la vida.

Son tus zapatos un tanto especiales, porque están en un lugar donde siempre los puedo ver junto a mí, hace que mis pasos sigan los tuyos y pueda pisar sobre tus huellas, de esta manera mis zapatos no se gastan tanto y mi paso se hace más seguro. Son tus zapatos la señal de que todo puede ser diferente. En pocos años seguramente la piel se volverá más áspera y perderán flexibilidad, tendrás que cuidarlos mucho más, pero está claro que para mi, tus zapatos siempre serán los mejores. Aun te queda mucho suelo que pisar y espero que sean suelos mucho más sencillos y más planos que no las subidas y bajadas que has tenido que ir sorteando en los últimos años.

No es necesario que me hables de tus zapatos, solo con mirarlos veo que están por encima de otros muchos zapatos, de algunos que jamás se han arriesgado a pisar otra cosa que no sea el suelo de la oficina, que si tenían que caminar por lugares difíciles, simplemente evitaban hacerlo. Estos zapatos tienen la suela fina, no están gastados pero jamás serán capaces de caminar con seguridad sin perder el equilibrio.

Prométeme que tus zapatos me guiarán siempre, prométeme que cuando empiecen a romperse volverás a recomponerlos, que los cuidarás hasta que vuelvan a estar en plena forma.

No quiero que me expliques nada de tu pasado, tus zapatos me dicen todo lo que necesito saber. No olvides que solo aquellos que saben pisar con fuerza, la vida les devuelve un paso bien marcado, seguro y gracias a ello consiguen aquello que se proponen. En cambio, a los que sus zapatos sólo les sirve para pisar a los demás, habrán perdido la oportunidad de mejorar el paso, y jamás llegarán a la cima de la montaña porque un día serán pisados por otros zapatos más grandes.

Me gustan tus zapatos y no quiero renunciar a verlos día y noche son los que me ayudan a caminar sin perderme.

1 comentario:

  1. A partir de ahora cuidaré mucho los zapatos que me pongo.

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