LA FRASE

Me gustaría tener el tiempo necesario para disfrutar de tu compañía. Tú deberías tener la suficiente curiosidad para permanecer a mi lado y leerme de verdad.

jueves, 17 de noviembre de 2011

PERSONAS


Estamos en época de crisis, crisis personales, crisis emocionales, crisis institucionales, crisis…… Pero la crisis no siempre es negativa, cuando dudamos o nos sentimos inseguros, es cuando nos cuestionamos las cosas. Nuestras vidas son monótonas y nos limitamos a movernos de un lado a otro haciendo siempre las mismas cosas o tomando las mismas decisiones. Es muy fácil decir a los demás lo que se debe hacer, dar lecciones de cómo afrontar momentos complicados de nuestras vidas, pero hoy simplemente me limito a recordar el pasado. Pienso en todas aquellas crisis que he dejado atrás, en todos aquellos momentos de mi vida que me han hecho dudar sobre si hacía lo correcto o si hacía lo que quería hacer. Y ahora después del tiempo pasado, después de ver el resultados de mis decisiones, creo que puedo llegar a una conclusión, como poco acertada, para poder avanzar lo mejor es seguir adelante.

Tengo una amiga con la que me gusta estar porque veo en ella como siempre intenta hacer aquello que le hace feliz. Ha dejado atrás situaciones difíciles que podrían haber llevado a cualquiera a abandonarse a la tristeza, intenta seguir adelante pensando siempre en corregir errores del pasado, pero a la vez alimentando aquellas cosas que le hacen sonreír. Es una persona que hace una constante autocrítica de sus actos, pero que al mismo tiempo es consciente que no se puede ser perfecta y que ella ni mucho menos lo es. En momentos en los que vivimos, es difícil encontrar personas que te hagan sentir feliz y optimista con la vida, es difícil no hablar con alguien y oír que todo le va mal o que la vida no se presenta como siempre la había soñado. Pero por fortuna, aún quedamos algunos que, ante todo creemos que la vida vale la pena vivirla.

Ella me habla de su vida, de cómo se le para el corazón cuando el teléfono suena y es él, veo como el brillo de sus ojos le da un belleza espectacular, es de aquellas cosas que me hacen sentir bien.

Si miramos atentamente a una persona podemos aprender mucho de ella, y al mismo tiempo impregnarnos de su felicidad. La genialidad de esta persona recae sobre todo en su fortaleza, muchos no serían capaz de reponerse a las dificultades del día a día, pero ella simplemente disfruta de los pequeños momentos, habla y comparte su felicidad con sus amigos y es capaz de preguntarse el por qué de las cosas que hace o le ocurren, pero justo al momento, en lo que dura un suspiro, siempre tiene la solución y la respuesta que le da la seguridad de que está haciendo lo correcto. Aconsejar a una persona así es muy difícil, porque ella misma reflexiona sobre sí misma y siempre toma la decisión, que da igual si es la correcta o no lo es, pero es lo que ella quiere hacer.

A medida que nos hacemos mayores, nos damos cuenta lo poco que disfrutamos de las personas, compartimos nuestras vidas, compartimos momentos de intimidad, compartimos todo lo que podemos, pero en el fondo no disfrutamos de esos instantes, no nos impregnamos de la sabiduría de los demás y siempre estamos pensando en hacer lo que viene después. Por eso, cuando encuentras a personas especiales y únicas tenemos que aprender a parar para saborearlas y conversar, escuchar y por qué no, reírnos de tonterías.

Hay un mundo más allá de los problemas, de las crisis y de las dificultades. Parece que estamos en un mundo que se destruye a cada paso a cada momento, pero la verdad es otra muy distinta. Sólo tenemos que hacer un pequeño esfuerzo y dedicar tiempo a las personas y a los momentos. Yo, me he propuesto encontrar a estas personas que están entre nosotros, a conversar y a ayudarles a sacar aquella parte especial que todos llevamos, y al mismo tiempo, aprovecharme de su vitalidad y energía.

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