LA FRASE

Me gustaría tener el tiempo necesario para disfrutar de tu compañía. Tú deberías tener la suficiente curiosidad para permanecer a mi lado y leerme de verdad.

martes, 19 de febrero de 2013

UN NUEVO AMIGO



Soy un niño especial, a diferencia de otros, vivo en un mundo muy distinto al de la mayoría. Mi mundo es mucho más pequeño y casi siempre sucede que no me doy cuenta de lo que ocurre a mi alrededor. Mi mundo es tan pequeño que conozco  a muy pocas personas, aunque creo que alguna cosa está cambiando en los últimos días. Primero solo veía a mi mamá a mi papá y a mi hermana Paula. Paula es una niña preciosa se pasa el día jugando y saltando a mi alrededor. Le gusta bailar y muchas veces me canta canciones en un idioma distinto al que habla conmigo. En mi casa todos hablan mucho, me explican todo lo que hacen. _ Pol hoy vamos a salir un rato al parque para que te de el sol_. Pol hoy he comprado carne picada para hacer albóndigas_ Parece ser que es una de mis comidas favoritas, mamá está convencida de ello. Mi mundo está lleno de silencios y de ausencias. Muchas veces me despierto y no reconozco mi entorno, pero no me asusto porque siempre tengo a personas conocidas a mi lado, sobre todo a mamá y papá.
También están mi abuela y mi tía Rosario, las dos se llaman igual y yo me hago un lío. He aprendido a diferenciarlas por el olor. La abuela huele de una manera tranquila, es un olor que me gusta y me relaja cuando lo noto cerca de mÍ. Ella me canta canciones, pero muy diferentes a las que canta mi hermanita Paula. Sus canciones me gustan mucho más y me dan muchas ganas de acompañarle con mis palmas. Como no consigo hacerlo, sigo el ritmo en mi cabeza, creo que ella me mira a los ojos y nota que me gustan, porque hay canciones que repite hasta dos y tres veces. En cambio la tía huele de una manera que me pone un poco nervioso, no suele venir mucho pero cuando pasa por casa habla y habla sin parar y dice un montón de cosas que no entiendo. Creo que tampoco me habla a mí, la pobre no sabe como hacerlo y cree que con mover la boca y hacer ruido ya tiene suficiente. Pero yo no me enfado creo que es muy guapa y me gusta tenerla cerca.
Hace unos día mamá ha empezado a llevarme a un lugar donde estoy con otros niños que se parecen mucho a mí. La mayoría, como yo, no hablan y muchos tampoco se mueven demasiado. Pero de alguna manera nos sentimos contentos de estar juntos. Tenemos unas señoras muy amables que cuidan de nosotros y nos ayudan a hacer todas las cosas que no podemos hacer solos. Al principio me sentía una poco solo, tenía ganas de estar con mamá y papá, y siempre pensaba en lo que estaría haciendo Paula. Pero ahora creo que aquí estaré muy bien.
Hace unos días tuvimos una visita muy especial, no puedo decir que supiera decir lo que era, lo llaman de una manera un poco extraña, es un nombre difícil de recordar. Primero vi a una persona que no había visto nunca, su cara era amable y creo que le gustaba estar allí con nosotros, pero lo que realmente me sorprendió era el ser extraño que la acompañaba. Era totalmente distinto a lo que había visto hasta entonces, era muy grande y tenía el cuerpo recubierto de un pelo largo, primero pensé que sería una de las cuidadoras con un abrigo, pero entonces me miró directamente a los ojos y mantuvo la mirada mucho rato. Cuando una persona me mira he aprendido a distinguir lo que siente, pero aquel ser tan increíble creo que me miraba con la misma curiosidad con la que lo estaba haciendo yo.
Parece que teníamos que tocarlo cuando pasaba por nuestro lado, pero yo no quería, tenía un poco de miedo no sabía que ruidos haría cuando estuviera cerca.
Estuvo un rato con nosotros, pero yo me resistía ni siquiera a mirarlo. Intenté ignorarlo y cuando lo acercaron a mi, me puse todo lo tenso que pude para evitar que pusieran mi mano sobre su peludo abrigo.
Cuando se hubo marchado  me sentí aliviado, pero los días que siguieron no paraba de pensar en él. Cuando dormía soñaba que me miraba a la cara y que se acercaba y abría la boca y después me despertaba asustado. Pero en el fondo no tenía miedo, sentía una enorme curiosidad por saber más cosas de él.
A los pocos días ya había perdido la esperanza de que volvería a verlo, pero una tarde la cuidadora empezó a hablar de una visita muy especial, y de que esta vez debíamos ser un poco más amables. Yo supe al instante que hablaba de él, supe que aquella tarde volvería a encontrarme cara a cara con aquel ser, ahora sabía que era un perro, mamá me lo estuvo explicando el día anterior, trajo un enorme libro de la biblioteca y  me enseño un montón de fotografías de animales parecidos, pero no vi ninguno igual en aquel libro.
Aquella tarde fue muy distinta a la primera, decidí que haría todo lo posible para no resistirme si se acercaba, aunque no siempre conseguía que mi cuerpo hiciera lo que yo quería. Entró la misma señora que había visto y esta vez el animal me miró directamente a los ojos tan solo entrar, supe que él también había estado esperando aquel momento, supe que quería conocerme. Poco a poco vi como se iba acercando a todos hasta que llegó mi turno, y decidí que me relajaría, dejé que cogieran mi mano y la colocaran sobre su lomo. No puedo explicar lo que sentí porque en mi pequeñísimo mundo aquello fue la sensación más grande que había sentido jamás. Bajo mi mano noté la respiración del animal, tranquila pero a la vez contenida, estaba caliente y el pelo era como el de un peluche y tenía ganas de abrazarlo. Hice todos los esfuerzos que pude y conseguí colocar mi otra mano de tal manera que pude impregnarme de aquella sensación de calma y de tranquilidad que me llevó a un lugar muy lejos de allí. Mi mundo es muy pequeño,  mi mundo se limita a muy pocos movimientos, en mi  mundo no percibo todos los sonidos, ni entiendo todas las palabras, mi mundo no siempre es bonito ni siempre es feliz. En mi mundo muchas veces la vida es difícil para todos, para mamá, para papá incluso para mi increíble hermanita Paula. Pero mi pequeño mundo ahora es un poquito mejor, porque tengo un nuevo amigo, lo veo en ocasiones y creo que él me entiende mejor que las personas. Entiende que no puedo hacer las mismas cosas que otros niños, entiende que no puedo decirle cosas bonitas, e incluso entiende lo de mis babas, él también babea constantemente. Y es por eso, porque me entiende, que también sabe que está haciendo una cosa muy importante por mí, está compartiendo un ratito, está siendo mi amigo, y deja que le toque y que note su corazón, su pelaje su calor.
Ahora gracias a él mi mundo es un poco mejor.

1 comentario:

  1. He cogido esta fotografía prestada de una amiga y su compañero de aventuras. Hacer cosas buenas por los demás es más fácil de lo que parece

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