Una fotografía de familia sirve para inmortalizar a un grupo de personas, las cuales acostumbran a tener algo en común. El mismo equipo de fútbol, compañeros de trabajo en una celebración, el mismo club de ajedrez, miembros de una misma familia, etc. Inmortalizar mediante la fotografía a este tipo de colectivos, tiene la finalidad de guardar un recuerdo de un momento vivido, de compartirlo con los demás en el FACEBOOK, o simplemente archivarla en el disco duro del ordenador o pegarla en las páginas centrales del álbum llamado "Mis conocidos y amigos". Es curioso como si miras diferentes fotografías de familia, se observa que las personas que han posado suelen tener características similares. No puede faltar el cabeza de familia, el Capo, el ideólogo, el jefe, el que manda. Este personaje suele aparecer en el centro de la fotografía, a su alrededor se colocan las personas que más ansían convertirse en los protagonista de ella, pero que difícilmente podrán ocupar el lugar de honor en un periodo corto de tiempo. Tampoco puede faltar el personaje que no sabe bien bien, qué es lo que está haciendo allí. Están los que odian al resto pero hacen de tripas corazón y mantienen la compostura. Algunas veces, a los personajes de la foto les gusta aparecer en ellas e incluso hacen lo posible para salir lo más favorecido posible. Está el graciosillo que siempre hace la bromilla justo antes que el fotógrafo dispare, y del que en el fondo, todos piensan, que mejor estaría calladito. Están los que simplemente posan y esperan a que pase el momento, está el ignorante, el comilón, el rencoroso. De una manera u otra se pueden encontrar estos seres inmortalizados de forma más o menos artística. Pero existen los que, por excelencia, son los mas recordados, y los que aún, pasado el tiempo, nadie puede obviar de su existencia e incluso los recuerdan con más intensidad que al resto de los componentes de la fotografía. Estoy hablando de los que deberían estar, y que por algún motivo han sido excluidos del cuadro, y por tanto, de las vidas de los que sí aparecen. Cada vez que alguien mire la fotografía, se acordará de la persona o personas que no aparecen en ella. Con el tiempo, el miembro del grupo que más perdurará será el que falta, el que no estuvo allí. No se fotografía su imagen, pero sí su recuerdo.
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