Esta semana he experimentado nuevas sensaciones y he descubierto que puede haber un mundo lleno de aventuras y de misterios desde el sofá de casa. No es necesario disponer de muchos más objetos un mando a distancia y un libro.
Una vez conseguía levantar mi cuerpo dolorido y dirigirlo hasta el sofá, intentaba desayunar con los “matins de TV3” y justo a partir de aquel instante se abría ante mí la perspectiva de una larga y cansina mañana intentando encontrar la mejor postura para evitar los dolores.
Pero gracias al mando a distancia, conseguía dedicar la fructífera mañana a la investigación criminal. Primero crímenes inverosímiles, que gracias a la investigación forense con técnica increíbles descubren a criminales sin escrúpulos que matan por puro egoísmo. Gracias a los CSI americanos he aprendido las diferentes técnicas para conseguir huellas dactilares.
Un poco más tarda puedo ayudar a encontrar a personas desaparecidas, gracias a ”Sin rastro”. De golpe y porrazo desaparecen personas de la faz de la tierra y un grupo de investigado con pocas pistas y en un corto espacio de tiempo averiguan, no solo el paradero de la persona desparecida, sino todo lo que ha hecho durante el tiempo que ha estado o escondido o huyendo y casi siempre descubren, de pasada, a algún criminal.
Justo cuando ya parece que me he cansado de los desaparecidos, aparece un grupo de élite, los más inteligentes que se dedican a hacer perfiles de asesinos en serie. Siempre hay psicópata, que con sumo cuidado ha dedicado casi toda su vida en asesinar. Pero tienen la desgracia de toparse con los especialistas “mentes criminales” que hacen un perfil tan certero del criminal que es capaz de localizarlo y de impedir sus maldades en el último instante.
Pasarse las mañanas investigando, haciendo autopsias, no olvidemos a “Huesos”, buscando a gente desaparecida o haciendo perfiles criminales, es mucho más agotador de lo que puede parecer. Así que te tomas un descanso y lees algún libro de aquellos que te han dejado de forma “no muy lícita” y la aventura continúa con mucha más emoción.
Me convierto en un niño que descubre un mundo misterioso, huye de una guerra y la tristeza por la muerte de su madre, de sus bombas y descubre un nuevo mundo que también está en guerra. Hombres lobo que sus orígenes fueron la caperucita roja y le lobo, la caperucita despreció ha todos sus pretendientes hasta que conoció al lobo y se enamoró de él. Un mundo en el que el Rey es un niño perdido y que vendió el nombre de su hermana menor a cambio de poder. Un mundo donde la Blancanieves, que sólo hace que comer y esclavizar a los enanos, está tan gorda que no puede ni salir de su pequeña casa. Un mundo donde la Bella durmiente es una malvada bruja y en lugar de dragones hay un enorme gusano que se come todo lo que encuentra.
Un verdadero mundo de aventuras. Pero como las historias empiezan y terminan, sobre todo cuando salen de libros, decido iniciar una nueva aventura que termina siéndo la historia de un hombre que persigue a asesinos de niños y a un asesino en serie, y que gracias a mi experiencia televisiva soy capaz de leerla con la visión de un profesional.
En fin, gracias a estos momentos, consigo superar mi aburrimiento y de paso alimento mi imaginación.
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