LA FRASE

Me gustaría tener el tiempo necesario para disfrutar de tu compañía. Tú deberías tener la suficiente curiosidad para permanecer a mi lado y leerme de verdad.

lunes, 6 de junio de 2011

RECUERDOS DE MI INFANCIA “EL CASO”


Hoy pensando en mi infancia he recordado con cariño mi primera lectura favorita, qué era aquello que me gustaba leer, pero que lo tenía que hacer a escondidas.

Mi lectura favorita en mi niñez era “El Caso”. Semanario que vio la luz por primera vez el 11 de mayo de 1952 y fue líder en su género durante muchos años.

Yo nací en octubre de 1969, y recuerdo perfectamente como, durante mucho tiempo y a corta edad, se convirtió en mi lectura favorita. Recuerdo a mi padre con sus “celtas con boquilla” y El Caso en la mesa del comedor ojeando las páginas del semanario. Yo intercalaba mis lecturas, entre cuentos de hadas, unos libritos pequeños de color blanco, donde estaban todas las historias de princesas y brujas y que compraba con mi paga semanal. Y cuando podía, leía las escalofriantes noticias de El Caso, asesinatos, muertes y desapariciones misteriosas que hacían que se me pusiera la carne de gallina.

No soy capaza de recordar ninguna noticia, la verdad es que era muy pequeña, pero sí recuerdo las sensaciones que experimentaba al leerlas. Que morbo leer sobre muerte y violencia. Recuerdo que pensaba, ¿qué mundo tan extraño donde hay tanta muere? asesinatos pasionales, por dinero, secuestros e incluso creo recordar algo relacionado con robo de cadáveres, todo esto explicado con un lenguaje y un vocabulario, que ni mucho menos estaba a mi alcance.


El Caso, igual que las revistas de mujeres desnudas, se me tenían vetadas, pero a diferencia de las revistas que estaban escondidas en la mesita de noche de mi padre, junto a las cajas donde guardaba el betún y el cepillo para limpiar los zapatos, el semanario El Caso siempre estaba a la vista de todos, era como desear un bombón de chocolates que puedes alcanzar, pero tu madre te lo tiene del todo prohibido.


A pesar de las posturas extrañas de mujeres desnudas, que enseñaban sus voluminosos pechos y posaban en posturas realmente imposibles y sin ninguna utilidad aparente, a pesar que yo sabía que aquello era mucho peor ya que estaban escondidas, a pesar de todo, yo prefería leer investigaciones fallidas de asesinatos, macabros escenarios de crímenes y detalles de violencia sin sentido.


Realmente me entristece no recordar aquellos titulares, ni siquiera soy capaz de encontrar en mis recuerdos una pequeña pista de artículos concretos. No se si mi afición a los crímenes y al terror está provocado por mi lectura precoz de tanta violencia o mi interés por lo macabro me obligaba a leer a escondidas tan interesante semanario. De lo que sí estoy segura, es que estos recuerdos forman parte de mí. Un buen día mi padre dejó de comprar El Caso, supongo que porque dejaron de editarlo y desde aquel instante y aunque buscaba noticias similares en otras publicaciones, no volví a ver ningún titular que me pusiera la carne de gallina.


“Después del éxito cosechado con sus publicaciones sobre “El Lute”, ya a partir de la década de 19970 y con el fin de la dictadura junto con la televisión ya prácticamente asentada como espacio informativo, El Caso empieza a reducir su tirada para definitivamente cerrar en 1987. Su último director fue el periodista José Manuel Bretones”.

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