
Hoy al despertar lo primero que he sentido ha sido la lluvia caer, no me mojaba, pero sí sentía la tristeza de un día gris. He notado como la lluvia salada se acumulaba en mis ojos e intentaban abrirse paso y, a ratos, conseguía resbalar descontrolada por mi piel. Hoy al despertar sabía que sería un día triste, un día de despedidas.
La verdad es que en los últimos años me he despedido demasiadas veces, en los últimos años han pasado por mi vida demasiadas personas que han desaparecido de mi rutina y en cada despedida, he reprimido mis lágrimas, he pensado que no era bueno mostrar mi debilidad, pero hoy ha sido distinto.
La única manera de avanzar es no sentir rencor, la única manera de seguir adelante es dejar atrás el odio. Cuando los deseos hacia los demás son buenos, cuando decides que otros juzguen a los que te ha hecho daño, o cuando simplemente eres capaz de sonreír al enemigo, es cuando te sientes en paz contigo misma. El cuerpo y el alma se vuelven hermosos y el aire que respiras es puro con aroma a rosas. Es por eso que hoy no he querido reprimir sentimientos, me siento en paz con mi pasado porque es la única manera de afrontar el futuro con energía. Si estoy triste quiero que todo el mundo lo sepa, si me siento feliz me gustaría que los demás compartieran mi felicidad, si estoy irritada necesito que los demás entienda el por qué. Hoy me he sentido triste porque se ha cerrado una etapa de mi vida, he dejado que heridas abiertas en el pasado terminaran de cicatrizar, y es por eso que he podido despedirme de la manera que necesitaba hacerlo, y por eso ahora ya no siento tristeza.
"He caminado por la orilla del tiempo
he tenido entre las manos la arena del pasado
he notado el sol de los recuerdos en mis mejillas.
Pero ahora, sólo veo el mar
ahora sólo piso la arena mojada
ahora solo siento el sol en mi piel.
Si alguna vez regreso a la isla desierta del ayer
ese día, ese día volveré a necesitarte a mi lado".
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